Tendón de la corva de reconstrucción de LCA

¿Qué es el método de reconstrucción de los isquiotibiales del ligamento cruzado anterior (LCA)?

El método de reconstrucción del tendón de la corva de la reconstrucción del ligamento cruzado anterior (LCA) es un procedimiento quirúrgico que reemplaza el LCA lesionado por un tendón de la corva. El ligamento cruzado anterior es uno de los cuatro ligamentos principales de la rodilla que conecta el fémur (hueso del muslo) con la tibia (hueso de la espinilla) y ayuda a estabilizar la articulación de la rodilla. El ligamento cruzado anterior evita el movimiento hacia adelante excesivo del hueso de la parte inferior de la pierna (la tibia) en relación con el hueso del muslo (el fémur) y limita los movimientos de rotación de la rodilla.

Un desgarro de este ligamento puede hacerle sentir como si sus rodillas no le permitieran moverse o incluso sostenerlo. La reconstrucción del ligamento cruzado anterior es una cirugía para reconstruir el ligamento desgarrado de la rodilla con un injerto de tendón de la corva.

Causas de la lesión del LCA

Una lesión del ligamento cruzado anterior ocurre con mayor frecuencia durante los deportes que implican torcer o extender demasiado la rodilla. Un LCA puede lesionarse de varias formas:

  • Cambio de dirección repentino
  • Disminuir la velocidad mientras corres
  • Aterrizar de un salto incorrectamente
  • Golpe directo al costado de la rodilla, como durante una entrada de fútbol
Síntomas de la lesión del LCA

Cuando se lesiona el ligamento cruzado anterior (LCA), es posible que escuche un fuerte sonido de “pop” y que sienta que la rodilla se dobla. Unas pocas horas después de una lesión del ligamento cruzado anterior (LCA), su rodilla puede hincharse debido al sangrado de los vasos dentro del ligamento desgarrado. Puede notar que la rodilla se siente inestable o parece ceder, especialmente cuando intenta cambiar de dirección en la rodilla.

Indicaciones para el método de reconstrucción del tendón de la corva de la corva

La reconstrucción del ligamento cruzado anterior es un procedimiento muy común y exitoso. Por lo general, está indicado en pacientes que desean volver a un estilo de vida activo, especialmente aquellos que desean practicar deportes que impliquen correr y girar. La lesión del ligamento cruzado anterior es una lesión común del ligamento de la rodilla. Si se lesionó el ligamento cruzado anterior (LCA), es posible que sea necesario realizar una cirugía para recuperar la función completa de la rodilla.

Diagnóstico del método de isquiotibiales de reconstrucción del ligamento cruzado anterior (LCA)

Una lesión del LCA se puede diagnosticar con un examen físico completo de la rodilla y pruebas de diagnóstico como radiografías, resonancias magnéticas y artroscopia. Es posible que se necesiten radiografías para descartar cualquier fractura. Además, su médico a menudo realizará la prueba de Lachman para ver si el LCA está intacto. Durante una prueba de Lachman, las rodillas con un ligamento cruzado anterior desgarrado pueden mostrar un mayor movimiento hacia adelante de la tibia y un punto final blando o blando en comparación con una rodilla sana.

La prueba de cambio de pivote es otra prueba para evaluar el desgarro del LCA. Durante esta prueba, si el LCA se desgarra, la tibia se moverá hacia adelante cuando la rodilla esté completamente recta y cuando la rodilla se doble más de 30 °, la tibia volverá al lugar correcto en relación con el fémur.

Procedimiento para el método de isquiotibiales de reconstrucción del ligamento cruzado anterior

El objetivo de la cirugía de reconstrucción del LCA es tensar la rodilla y restaurar su estabilidad.

El método de reconstrucción del tendón de la corva de la reconstrucción del ligamento cruzado anterior es un procedimiento quirúrgico para reemplazar el LCA desgarrado con parte del tendón de la corva que se toma de la pierna del paciente. El tendón de la corva es el músculo ubicado en la parte posterior de su muslo. El procedimiento se realiza bajo anestesia general.

Su cirujano hará dos pequeños cortes de aproximadamente 1/4 de pulgada de largo alrededor de su rodilla. Se inserta un artroscopio, un tubo con una pequeña cámara de video en el extremo, a través de una incisión para ver el interior de la articulación de la rodilla. Junto con el artroscopio, se bombea una solución estéril en la articulación para expandirla, lo que permite al cirujano tener una vista clara y espacio para trabajar dentro de la articulación. La rodilla se dobla en ángulo recto y se sienten los tendones de la corva. Se hace una pequeña incisión sobre la unión del tendón de la corva a la tibia, se quitan los dos tendones del músculo y se prepara el injerto. Se quitará el LCA desgarrado y se preparará el camino para el nuevo LCA. El artroscopio se vuelve a insertar en la articulación de la rodilla a través de una de las pequeñas incisiones. Se perforan pequeños orificios en los huesos de la parte superior e inferior de la pierna donde estos huesos se unen en la articulación de la rodilla. Los agujeros forman túneles en su hueso para aceptar el nuevo injerto. Luego, se extrae el injerto a través de los orificios pretaladrados en la tibia y el fémur. Luego, el nuevo tendón se fija en el hueso con tornillos para mantenerlo en su lugar mientras el ligamento se cura en el hueso. Luego, las incisiones se cierran con suturas y se coloca un apósito.

Riesgos y complicaciones del método de isquiotibiales de reconstrucción del ligamento cruzado anterior (LCA)

Los posibles riesgos y complicaciones asociados con la reconstrucción del LCA con el método de los isquiotibiales incluyen:

  • Entumecimiento
  • Infección
  • Coágulos de sangre (trombosis venosa profunda)
  • Daño a los nervios y vasos sanguíneos
  • Fracaso del injerto
  • Aflojamiento del injerto
  • Disminución del rango de movimiento.
  • Crepitación (sensación de crujido o rechinamiento de la rótula)
  • Dolor en la rodilla
  • Repetir la lesión del injerto.
Cuidado postoperatorio después del método de reconstrucción del tendón de la corva de la LCA

Después de la cirugía, la rehabilitación comienza de inmediato. Un fisioterapeuta le enseñará los ejercicios específicos que debe realizar para fortalecer la pierna y restaurar el movimiento de la rodilla. Evite los deportes competitivos durante 5 a 6 meses para permitir que el nuevo injerto se incorpore a la articulación de la rodilla.